Saturday, July 05, 2008

CANCIONES DE CRISANTEMOS (para cantar bebiendo)

Construir una casa en el mundo de los hombres
y no oír el ruido del caballo y el carruaje,
¿cómo se puede lograr esto?
Cuando la mente está desapegada, el lugar es tranquilo.
Junto crisantemos bajo el seto del Este
y miro silenciosamente las montañas del Sur.
El aire de la montaña es hermoso al crepúsculo,
y los pájaros en bandadas vuelven juntos a sus hogares.
En todas estas cosas hay un significado verdadero,
pero cuando quiero expresarlo, quedo perdido sin palabras.


TAO YAN-MING (372-427 D.De C.)
Vivió en el difícil período que precedió a la fundación de la dinastía T'ang. Durante un tiempo ocupó un cargo oficial, pero renunció a los ochenta y tres días porque, según sus palabras: "no puedo doblar las bisagras de mi espalda para hacerle reverencias a un funcionario corrupto". Así, volvió al campo con su familia para vivir la vida de un "caballero campesino", trabajando la tierra y escribiendo poesía. Solía decir que "el mayor placer de la vida es hacer bromas con los niños". Tenía un amor especial por los crisantemos, y al día de hoy, es difícil para un chino pensar en crisantemos sin pensar en Tao Yuan-Ming. Se lo suele llamar "el poeta de la casa y el jardín", y hay una historia idílica que narra cómo él trabajaba en la parte de adelante del campo y su esposa en la parte de atrás. Profundo bebedor, le dedicó varias poesías al vino.

Friday, June 06, 2008

ANTONIN ARTAUD: CARTA A LOS DIRECTORES DE MANICOMIOS

Señores:

Las leyes, las costumbres, les conceden el derecho de medir el espíritu. Esta jurisdicción soberana y terrible, ustedes la ejercen con su entendimiento. No nos hagan reír. La credulidad de los pueblos civilizados, de los especialistas, de los gobernantes, reviste a la psiquiatría de inexplicables luces sobrenaturales.

La profesión que ustedes ejercen está juzgada de antemano. No pensamos discutir aquí el valor de esa ciencia, ni la dudosa realidad de las enfermedades mentales. Pero por cada cien pretendidas patogenias, donde se desencadena la confusión de la materia y del espíritu, por cada cien clasificaciones donde las más vagas son también las únicas utilizables, ¿cuántas nobles tentativas se han hecho para acercarse al mundo cerebral en el que viven todos aquellos que ustedes han encerrado? ¿Cuántos de ustedes, por ejemplo, consideran que el sueño del demente precoz o las imágenes que lo acosan, son algo más que una ensalada de palabras?
No nos sorprende ver hasta qué punto ustedes están por debajo de una tarea para la que sólo hay muy pocos predestinados. Pero nos rebelamos contra el derecho concedido a ciertos hombres - incapacitados o no - de dar por terminadas sus investigaciones en el campo del espíritu con un veredicto de encarcelamiento perpetuo.

¡Y qué encarcelamiento! Se sabe - nunca se sabrá lo suficiente - que los asilos, lejos de ser "asilos", son cárceles horrendas donde los recluidos proveen mano de obra gratuita y cómoda, y donde la brutalidad es norma. Y ustedes toleran todo esto. El hospicio de alienados, bajo el amparo de la ciencia y de la justicia, es comparable a los cuarteles, a las cárceles, a los penales.
No nos referimos aquí a las internaciones arbitrarias, para evitarles la molestia de un fácil desmentido. Afirmamos que gran parte de sus internados - completamente locos según la definición oficial - están también recluídos arbitrariamente. Y no podemos admitir que se impida el libre desenvolvimiento de un delirio, tan legitimo y lógico como cualquier otra serie de ideas y de actos humanos. La represión de las: reacciones antisociales es tan quimérica como inaceptable en principio. Todos los actos individuales son antisociales. Los locos son las víctimas individuales por excelencia de la dictadura social. Y en nombre de esa individualidad, que es patrimonio del hombre, reclamamos la libertad de esos galeotes de la sensibilidad, ya que no está dentro de las facultades de la ley el condenar a encierro a todos aquellos que piensan y obran.

Sin insistir en el carácter verdaderamente genial de las manifestaciones de ciertos locos, en la medida de nuestra aptitud para estimarlas, afirmamos la legitimidad absoluta de su concepción de la realidad y de todos los actos que de ella se derivan.
Esperamos que mañana por la mañana, a la hora de la visita médica, recuerden esto, cuando traten de conversar sin léxico con esos hombres sobre los cuales - reconózcanlo - sólo tienen la superioridad que da la fuerza.

("El mundo se ha cansado de mí / y yo igualmente de él").

En toda mi vida, no he visto más que tiempos de desorden, desgarros extremos en la sociedad e inmensas destrucciones; yo he participado en esos desórdenes. Tales circunstancias bastarían si duda para impedir que el más transparente de mis actos o de mis juicios obtuviera alguna vez aprobación universal. Pero muchos de ellos, así lo creo yo, pueden haber sido mal comprendidos. [I]
* * *
Mi método será muy sencillo. Hablaré de lo que he amado; y lo demás, bajo esta luz, se mostrará y se hará suficientemente comprensible. [I]
* * *
Nuestras únicas manifestaciones, escasas y breves en los primeros años, querían ser completamente inaceptables; al principio sobre todo por su forma y más tarde, ahondando en sí mismas, sobre todo por su contenido. No fueron aceptadas. "La destrucción fue mi Beatriz", escribía Mallarmé, que fue, él mismo, guía de algunos otros en exploraciones bastante peligrosas. Para quien se dedica únicamente a hacer tales manifestaciones históricas, y rechaza pues el trabajo existente en cualquier sitio, es muy cierto que debe saber vivir a salto de mata. Diré que siempre me he conformado con dar la vaga impresión de que yo poseía grandes cualidades intelectuales, y también artísticas, de las cuales había preferido privar a mi época, que no me parecía merecedora de su empleo. Siempre ha habido personas para lamentar esta negativa mía y, paradójicamente, para ayudarme a mantenerla. Si esto ha salido bien se debe a que nunca he acudido en busca de nadie, a ningún lugar. Mi propio entorno lo han compuesto aquellos que se han acercado por sí mismos, y han sabido hacerse aceptar. También hay que reconocer que la degradación de todas las condiciones existentes surge precisamente en ese mismo momento, como si quisiera dar la razón a mi singular locura. [I]
Después de las circunstancias que acabo de evocar, lo que sin duda alguna marcó mi vida entera fue el hábito de beber, que adquirí rápidamente. Los vinos, los licores y las cervezas, los momentos en que unos se imponían a otros o los momentos en que se repetían, fueron trazando el curso principal y los meandros de los días, de las semanas, de los años. Del escaso número de cosas que me han gustado y he sabido hacer bien, lo que seguramente he sabido hacer mejor es beber. Aunque he leído mucho, he bebido más. He escrito mucho menos que la mayoría de la gente que escribe; pero he bebido mucho más que la mayoría de la gente que bebe. Me puedo contar entre aquellos de los que Baltasar Gracián, pensando en un grupo de escogidos que identificaba sólo con los alemanes podía decir: "Hay algunos que no se han emborrachado más que una sola vez, pero les ha durado toda la vida". [III]


Ni yo ni la gente que ha bebido conmigo nos hemos sentido avergonzados en ningún momento por nuestros excesos. En lo que alcanza la memoria del borracho, nunca se había imaginado que era posible ver desaparecer del mundo algunas bebidas antes de que lo hiciera el bebedor. [III]


Aunque yo soy el ejemplo destacado de lo que esta época no quería, saber lo que ha querido no me parece tal vez bastante para dejar constancia de mi excelencia.


Nadie mejor que Shakespeare ha sabido cómo pasa la vida. Él considera que "nosotros estamos tejidos con la tela de la que están hechos los sueños". Calderón llegaba a la misma conclusión. Estoy al menos seguro de haber conseguido transmitir, con todo lo anterior, unos elementos de juicio suficientes para que se entienda con toda precisión, sin que pueda quedar lugar para ninguna clase de misterio o engaño, todo lo que yo soy.


Guy Debord - Panegirico

DEMASIADOS ENEMIGOS

EL PUNK ESTÁ MUERTO


Así es, el punk está muerto.

Es solo otro producto barato para la cabeza del consumidor.

Rock de chicle en transistores plásticos,

rebeldía de estudiante respaldada por grandes promotores.

La CBS promueve a The Clash, pero no es por revolución, es solo por dinero.

El punk se convirtió en una moda justo como el hippie solía ser y no tiene nada que ver contigo o conmigo. Los movimientos son sistemas y los sistemas matan. Los movimientos son expresiones de la voluntad pública.El punk se convirtió en un movimiento porque nos sentíamos perdidos, pero los líderes se vendieron y ahora todos pagamos el costo. El narcisismo del punk fué un napalm social, Steve Jones comenzó a hacer el verdadero daño. Predicando la revolución, la anarquía y el cambio mientras chupaba del sistema que le dió su nombre.

Bien, estoy cansado de mirar a través de un cristal manchado de mierda, cansado de mirarle al culo a una superestrella, tengo un culo, y cago y tengo un nombre, solo espero mis quince minutos de fama. Steve Jones tú eres napalm, ¿si eres tan lindo por qué escueces?; Patti Smith, eres napalm,escribes con tu mano pero es el brazo de Rimbaud. ¿Y yo, si, yo, quiero quemarme?¿hay algo que yo pueda aprender?¿Necesito a un empresario para promover mi ángulo?¿Podré resistir las zanahorias que la fama y la fortuna me muestran? Veo a los alegres velvets en su ropa de cautiverio, la élite social con imperdibles en su oreja, lo veo y comprendo que no significa nada,

Los escorpiones pueden atacar, pero el sistema robó el aguijón.


EL PUNK ESTÁ MUERTO.


EL PUNK ESTÁ MUERTO.


EL PUNK ESTÁ MUERTO.


The Crass
¿Qué fue CRASS? CRASS tiene que ser considerada la banda mas radical, honesta e ideológicamente encajada , seria , rabiosa y controvertida, chocante y intrascendente de la historia de la música una vez llamada punk.

Wednesday, May 21, 2008

ERES TU PEOR ENEMIGO

El primitivismo en la sociedad tecnológica.

x Miguel Amorós

La resistencia al proyecto tecnocapitalista de esclavización total ha podido manifestarse en la protesta contra el desarrollismo, en la contestación antinuclear, en la defensa del territorio y en las luchas contra la precariedad, pero se halla lejos todavía de unificar sus propuestas antisistema y formular un proyecto radical. ?Soy tan libre como el primer hombre que la naturaleza fabricara Antes de que las infames leyes de la servidumbre comenzaran Cuando bravío por los bosques el noble salvaje corría.?

La sociedad tecnológica es la más jerarquizada a la vez que la más opresora. El poder, la autoridad y la riqueza se han concentrado en grupos cada vez más reducidos, mientras la opresión se ramifica y extiende penetrando en todos los ámbitos de la vida cotidiana, con tanta más facilidad cuanto mayor ha sido el grado de tecnificación alcanzado. La tecnología seduce a sus víctimas con una promesa de libertad que envuelve y encierra a quienes sucumben ante ella. Los individuos sobreviven desarraigados y domesticados en un espacio redefinido por la tecnología, en una tecnosfera, llevando un modo de vida dominado por el consumo, el trabajo, la masificación, el aislamiento y la movilidad. Un mundo cada vez más artificial e inhabitable amanece sembrado de instalaciones nucleares, transgénicos, centros comerciales, autopistas, vertederos y zonas residenciales, configurando un espacio donde se desarrollan a sus anchas el control social, el urbanismo depredador y la degradación ambiental, y donde la pérdida de la autonomía colectiva y el desmoronamiento moral y psíquico de los individuos tienen carta blanca para progresar indefinidamente. La resistencia al proyecto tecnocapitalista de esclavización total ha podido manifestarse en la protesta contra el desarrollismo, en la contestación antinuclear, en la defensa del territorio y en las luchas contra la precariedad, pero se halla lejos todavía de unificar sus propuestas antisistema y formular un proyecto radical.

La opresión han forzado el concepto de libertad. Toda huella de barbarie lo ha sido también de cultura. Los saberes artesanales, el pensamiento filosófico y ético, la literatura, el arte, la medicina, el conocimiento científico, el derecho, el psicoanálisis, etc., han proporcionado suficientes materiales para desarrollar la conciencia social igualitaria y orientar la conducta hacia la libertad y la realización del deseo.

La libertad no es un estado natural perdido sino un hecho social reformulado en cada momento histórico. La negación de la lucha de clases, de sus formas organizativas, de su trabajo solidario, de sus objetivos revolucionarios, tiene consecuencias a la hora de la acción. El primitivista tiende a ignorar las luchas de los oprimidos, como ignora igualmente la Historia, pues según él no han perseguido otra cosa que el poder. Como no aspira a cambiar la sociedad sino a salir de ella, no se siente implicado en sus conflictos. No vamos a ridiculizar sus intentos de asilvestramiento puesto que sabe que es imposible un retorno semejante al paraíso y solamente se refiere a éste como inspiración. Pero esa inspiración no le acerca a la realidad, no le desvela las potencialidades anticapitalistas ?y antitecnológicas?del conflicto, sino que le mantiene a la expectativa, esperando hedonísticamente que una catástrofe coloque a la humanidad desengañada en la senda aborigen y al pensamiento racional en el camino del instinto, la magia y la santería.

nos estamos refiriendo al sistema capitalista, concretamente, a su fase globalizadora. Por supuesto que existen causas más lejanas, anteriores al capitalismo: la división del trabajo, el Estado, la Megamáquina, las jerarquías, la religión, la propiedad, las clases, la guerra...

El capitalismo es el dueño del mundo y por lo tanto cualquier lucha real es y será una lucha anticapitalista. Las metas a corto plazo que han de fijarse, por parciales que sean, no tienen cabida en el capitalismo. Hacer retroceder la producción al nivel de hace veinte años, disminuir el consumo de carne y de lácteos, desestabular a los animales, limitar drásticamente el uso de combustibles fósiles, prohibir el vehículo privado, bloquear las cuentas de las inmobiliarias y de las constructoras, reconstruir los territorios contaminados, hormigonados y asfaltados, restaurar los bienes comunales, volver a los huertos urbanos, municipalizar, desurbanizar, desmantelar las industrias y las centrales energéticas, reciclar, relocalizar, reutilizar... Son medidas prácticas que pueden servir para la confección de un programa mínimo antidesarrollista. Los defensores del progreso tecnológico lo tildarán de extravagante, pero mucho más extravagantes son los planes ultradesarrollistas con los que la codicia de sus promotores no para de obsequiarnos.

Miquel Amorós Conferencia en el centro social La Mistelera, Denia (Alicante), 13 de octubre de 2006.

Sunday, May 18, 2008

NADA ES POSIBLE

Comamos, bebamos, seamos felices; pues mañana moriremos”. Y como mañana moriremos deducimos que no hay futuro. Y como no hay futuro, viviremos un eterno presente, es decir, hasta que no demos ya más de sí y carcomidos por el vicio abdiquemos y facilitemos paso a la muerte triunfante... ¡Carpe Diem!. No inauguramos la nueva era de decadencia, sólo anticipamos el final del mundo civilizado y la cultura occidental... (y la hecatombe nuclear si te me pones garrulo, estimado lector).

El sistema neoliberal ha acabado con los recursos naturales, contaminado y destruido el medio ambiente; a los capitalistas hay que agradecerles la nueva situación: sequías, tsunamis, terremotos y otras catástrofes de tipo similar. ¡Qué gran placer! Poder tostarnos al sol y adquirir así un look cancerígeno, para fardar ante los postmodernos colegas; o morir sepultados bajo toneladas de lodo en uno de esos simpáticos reajustes de la naturaleza ante la insostenibilidad del actual ritmo de producción y consumo. Los capitalistas son los paladines y mesías de la decadencia. Nosotras y nosotros sólo somos la “gota que colma el vaso”, el subproducto monstruoso de la actual situación. Nuestras ideas harían palidecer al mismo Aristipo de Cirene, que sin duda debe estar revolviéndose en su tumba.

Los personajes de la novela gótica y erótica sadiana adquieren en nosotros una fisionomía concreta y real. Nosotros y nosotras sólo hemos emparentado el placer y lo bueno con el vicio y el crimen. No tenemos mucho que perder, a no ser todo aquello que hemos adquirido de manera fraudulenta, mediante robo, extorsión o chantaje. ¿Qué somos? Somos libertinos; libertinos, criminales y comunistas... Pero no pregonamos el (pseudo)comunismo dictatorial de los bolcheviques, tampoco nos referimos al modelo comunista que presentaron los anarquistas clásicos; nuestro comunismo es el comunismo libertino, el comunismo de los hombres y mujeres sin principios, el comunismo de los criminales. Pero al fin y al cabo, “¿no se basa el comunismo en un principio, en el principio de cada uno según sus capacidades, a cada uno según sus necesidades?”, preguntarás. En parte -te responderé, amable personajillo- pero nuestro comunismo es -como he señalado- el de los hombres y mujeres sin principios, sin moral alguna, sin ley, sin religión, sin ningún tipo de modales o buenas costumbres; viciosos, de dudosa reputación; así somos los comunistas libertinos. Nuestro comunismo no halla razón de ser en ningún principio social sino en el simple interés de los individuos particulares (y tan particulares), agrupados por haber constatado que el comunismo es el mejor “sistema” de organización económica y social; que los desechos sociales, los lumpenproletarios, hallamos mayor beneficio en estar unidos que en estar enfrentados.

La base económica de los comunistas libertinos se nutre de la sobreproducción y el desecho capitalista, aunque principalmente del robo. Robar y compartir con nuestros amigos criminales, ¡qué gran dicha! (y de paso nos ahorramos el morir acuchillados por la noche, por avariciosos). Los más capaces atracan bancos de renombre, los menos capaces se conforman con alunizajes en joyerías u otros suculentos negocios, y los principiantes con el tirón de bolso a indefensas y decrépitas viejecitas. Ya en la “comuna”, es decir, en un cuchitril apestoso o edificio abandonado con el típico plasta reclamando sus “derechos de propiedad” y injuriando a los okupas (cuando todos y todas sabemos que la propiedad tiene origen en la fuerza y en el crimen, y que hablar de “derechos” es poco menos que estúpido)... en la comuna –decía- los criminales se reparten los beneficios. Hemos visto surgir multitud de asociaciones de este tipo en las últimas décadas, aunque no se reconocen como comunistas libertinas, dado que los lumpen raramente adquieren conciencia de clase.

Viven en democracia absoluta contenida en sí misma, cerrada al mundo. Ni parlamentarismos ni capulladas legales que entorpezcan sus actos. La democracia más pura es la de los criminales. Cuando los lobos se unen para hincar el diente a incautos corderitos la unión que produce el crimen triunfante, sobre todo si es de sangre, garantiza una base increíblemente sólida. El delator es pasto del cuchillo y sus restos devorados por ratas. Alegales, anti-sociales, ateos, impíos, viciosos, crápulas, ladrones, asesinos, prostitutas, indigentes, decadentes de todo tipo, desechos sociales... ¡la crême de la crême del lumpenproletariado!. El robo legal –trabajo asalariado- no es nada comparado con el crimen que practican estos depravados. Tiemblen los parásitos legales y con buen nombre, es decir, los capitalistas, ante esta nueva clase de parásitos radicales. Una sociedad fundada en el trabajo asalariado y la esclavitud puede conformarse con el capitalismo o el socialismo de Estado.

Una sociedad sin gobierno basada en el trabajo libre y la autogestión podría conformarse con el socialismo o comunismo libertario. Pero una asociación de criminales nacida dentro de las decadentes sociedades modernas (sin posibilidad o intención de mejorarlas) que halle su razón de ser en el egoísmo de sus integrantes tendrá que buscar en el libre agrupamiento, en la libre fornicación, en la gula desproporcionada, en la crápula, el crimen y el libertinaje más absolutos, las bases de su unidad. ¡Lumpenproletarios del mundo uníos! No tenéis nada, que perder, a no ser vuestras patéticas vidas...

Saturday, May 10, 2008

aullido de colores encrespados, encuentro de todos los contrarios y de todas las contradicciones, de todo motivo grotesco, de toda incoherencia
Todo hombre debe gritar. Hay una gran tarea destructiva, negativa por hacer. Barrer, asear. La plenitud del individuo se afirma a continuación de un estado de locura, de locura agresiva y completa de un mundo confiado a las manos de los bandidos que se desgarran y destruyen los siglos. Sin fin ni designio, sin organización: la locura indomable, la descomposición. Los fuertes sobreviviran gracias a su voz vigorosa, pues son vivos en la defensa. La agilidad de los miembros y de los sentimientos flamea en sus flancos prismáticos.
La moral ha determinado la caridad y la piedad, dos bolas de sebo que han crecido, como elefantes, planetas, y que, aun hoy, son consideradas validas. Pero la bondad no tienen nada que ver con ellas. La bondad es lucida, clara y decidida, despiadada con el compromiso y la política. La moralidad es como una infusión de chocolate en las venas de los hombres. Esto no fue impuesto por una fuerza sobrenatural, sino por los trusts de los mercaderes de ideas, por los acaparadores universitarios. Sentimentalidad: viendo un grupo de hombres que se pelean y se aburren, ellos inventaron el calendario y el medicamento de la sabiduría. Pegando etiquetas se desencadeno la batalla de los filósofos (mercantilismo, balanza, medidas meticulosas y mezquinas) y por segunda vez se comprendió que la piedad es un sentimiento, como al diarrea en relación con el asco que arruina la salud, que inmunda tarea de carroñas para comprometer al sol.
Yo proclamo la oposición de todas las facultades cósmicas a tal blenorragia de putrido sol salido de las fabricas del pensamiento filosófico, y proclamo la lucha encarnizada con todos los medios del

Asco dadaísta

de una necesidad de independencia, de des­confianza hacía la comunidad. Los que están con nosotros conservan su libertad. No reconocemos ninguna teoría. Basta de academias cubistas y futuristas, laboratorios de ideas formales. ¿Sirve el arte para amontonar dinero y acariciar a los gentiles burgueses? Las rimas acuerdan su tintineo con las monedas y la musicalidad resbala a lo largo de la línea del vientre visto de perfil. Todos los grupos de artistas han ido a parar a este banco a pesar de cabalgar distintos cometas. Se trata de una puerta abierta a las posibilidades de revolcarse entre muelles almohadones y una buena mesa.

Cada página debe abrirse con furia, ya sea por serios motivos, profundos y pesados, ya sea por el vórtice y el vértigo, lo nuevo y lo eterno, la aplastante espontaneidad verbal, el entusiasmo de los principios, o por los modos de la prensa. He ahí un mundo vacilante que huye, atado a los cascabeles de la gama infernal, y he ahí, por otro lado, los hombres nuevos, rudos, cabalgando a lomos de los sollozos.


"Hijo ilegítimo/ Niño terrible/ No eres hijo de tu madre/ Ni de tu padre/ Eres nuestro hijo/ gritando salvaje"
-Jim Morrison


Thursday, May 08, 2008

A VECES LA SOMBRA EN LA NIEBLA

Hay que dejarse crecer las uñas durante quince días. Entonces, qué grato resulta arrebatar brutalmente de su lecho a un niño que aún no tiene vello sobre el labio superior y, con los ojos muy abiertos, hacer como si se le pasara suavemente la mano por la frente, llevando hacia atrás sus hermosos cabellos. Inmediatamente después, en el momento en que menos lo espera, hundir las largas uñas en su tierno pecho, pero evitando que muera, pues si murieran, no contaríamos más adelante con el aspecto de sus miserias.

Luego se le sorbe la sangre lamiendo sus heridas, y durante ese tiempo, que debería tener la duración de la eternidad, el niño llora. No hay nada tan agradable como su sangre, obtenida del modo que acabo de referir, y bien caliente todavía, a no ser por sus lágrimas, amargas como la sal. Hombre, ¿nunca has probado el sabor de tu sangre, cuando por accidente te has cortado un dedo? Es deliciosa ¿no es cierto?, porque no tiene ningún sabor. Además, ¿no recuerdas el día que, en medio de lúgubres reflexiones, llevabas la mano formando una concavidad hasta tu rostro enfermizo empapado por algo que caía de tus ojos; la cual mano se dirigía luego fatalmente hacia la boca que bebía a largos sorbos, en esa copa trémula, como los dientes del alumno que mira de soslayo a aquel que nació para oprimirlo, las lágrimas? Son deliciosas, ¿no es cierto?, porque tienen el sabor del vinagre. Se dirían las lágrimas de la que ama apasionadamente; pero las lágrimas del niño dan más placer al paladar.

El niño no traiciona pues todavía no conoce el mal, mientras la que ama apasionadamente acaba por traicionar, tarde o temprano...lo que adivino por analogía, aunque ignoro qué son la amistad y el amor (y es probable que nunca los acepte, por lo menos de parte de la raza humana). Y ya que tu sangre y tus lágrimas no te disgustan , aliméntate, aliméntate con confianza de las lágrimas y la sangre del adolescente. Tenle vendados los ojos mientras tú desgarras su carne palpitante; y después de haber oído por largas horas sus gritos sublimes, similares a los estertores penetrantes que lanzan en una batalla las gargantas de los heridos en agonía, te apartarás de pronto como un alud, y te precipitarás desde la habitación vecina, simulando acudir en su ayuda. Le soltarás las manos de venas y nervios hinchados, permitirás que vean nuevamente sus ojos despavoridos , y te pondrás otra vez a lamer sus lágrimas y su sangre. ¡Qué auténtico es entonces el arrepentimiento!

eL cONDE lAUTREAMONT